Vivimos en un mundo con Tecnologías, que día a día superan expectativas en diferentes ámbitos y específicamente en materia de seguridad se puede evaluar que las nuevas innovaciones a nivel de detección, hacen de estos productos, más accesibles al resto de los ciudadanos. Esto nos indica que hasta hace unos años, gran parte de la población no incluía en sus presupuestos, sistemas de alarmas. , por el contrario, hoy podemos ver que el mercado de monitoreo de alarmas, provisto por cientos de empresas de Seguridad electrónica, han encontrado masividad de ventas y con amplias perspectivas de crecimiento dada la situación delictual de nuestro país.
La falta de conocimiento de los usuarios o la mala praxis de algunas empresas, hacen que con cada vez más habitualidad, cientos de ciudadanos se vean afectados por sirenas ultrapontentes, que en forma periódica, o en casos que han tomado publico conocimiento, han estado funcionando incesantemente, ya sea por desperfectos de estos sistemas o por eventos reales producidos por vibraciones, roturas o por alguna intrusión real detectada por el sistema, el caso es que lamentablemente, muchas veces hay que “esperar” que el propietario vuelva a su domicilio para desactivar la sirena, ni mencionar si está de vacaciones, es imposible descansar o desarrollar alguna tarea con un ruido de estas características . Lo cierto es que la policía poco puede hacer en estos casos, y muchas Empresas de Seguridad “NO” tienen la posibilidad de silenciarlo en forma remota. Si bien el consenso dicta que es una necesidad la adquisición de estos sistemas, se necesita el temperamento de una Ley que prevea este tipo de situaciones en donde la solución pueda ser de aplicación inmediata.